El 13 de marzo la agencia AFP emitía desde La Habana un despacho en que recogía las declaraciones de la señora Laura Pollán, a la que France Press identifica como “líder” de las llamadas Damas de Blanco, anunciando que no realizarían su habitual “marcha” si los tres “opositores” que quedaban en prisión del grupo de 75 sancionados por los tribunales cubanos en 2003 y que supuestamente constituían el objetivo de sus reclamos dominicales eran liberados antes de esa fecha.
“Esperamos que antes del 18 de marzo sean liberados todos (día en que conmemoran el aniversario de las detenciones), de no ser así, ellos (el gobierno) saben que será un día de marcha por cada uno”, dijo Pollán a AFP. No antes del 18, porque ningún gobierno que se precie de serlo acepta chantajes, pero el miércoles 23 de marzo ya no quedaba en prisión ninguno de los condenados por conspirar bajo las órdenes de James Cason con la representación diplomática norteamericana en La Habana.
Sin embargo, el domingo 27, un nuevo reporte de AFP daba cuenta de que la misma señora “dijo que “todavía hay un buen rato para las Damas de Blanco”, y que seguirán reclamando “la libertad de los presos” que no pertenecen al grupo de los 75 y velar porque se respeten los derechos humanos en la isla”.
Cuáles presos, se pregunta uno, porque los únicos individuos que permanecen en prisión por causas que manipuladamente pueden presentarse como políticas son responsables de actos terroristas asociados a secuestros de embarcaciones y muertes de personas con el objetivo de emigrar. ¿O es que ocurrió algo entre el 13 y el 27 de marzo que modificó el propósito de la mediática agrupación?
La respuesta nos la da el propio cable de France Press: “Pollán consideró “muy bonito” que el presidente norteamericano Barack Obama haya reconocido la lucha del grupo que encabeza, en el discurso que pronunció el pasado lunes en Chile, en el marco de una gira por América Latina” Y qué dijo Obama en su discurso en Santiago de Chile, pues el hombre que venía de autorizar desde Brasil los bombardeos a Libia utilizó el verbo marchar en presente y dijo que las amigas de Pollán “marchan”, no dijo “marcharon”, ni usó el past perfect para referirse a los provocativos paseos que supervisan sus diplomáticos en la Isla. Nada, un pequeño dato que se le ha escapado a AFP, que cierra su despacho diciendo que “La Habana califica a las Damas de Blanco y al resto de la oposición de “mercenarios” de Estados Unidos” pero sin decir por qué.
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